jueves, 26 de agosto de 2010

LA OPCIÓN DE CONSTRUIR EN TIERRA

Hace más de 40 años nuestros abuelos construían las viviendas en tierra conforme a la tradición, las técnicas utilizadas consistían en lo más mínimo y funcional que en la práctica y por el conocimiento empírico parecía que eran los más apropiado. En la actualidad podemos recrear ese pasado admirando grandes construcciones que aún se conservan en muchos pueblos de Colombia y que dan muestra de su fortaleza y del talento constructivo de sus creadores. En la mayoría de los pueblos de la geografía nacional y aún de toda América Central y del Sur del Continente se aprecian casas de tierra que nos llegan del pasado.

En la actualidad se ha utilizado la tradición ancestral de la construcción en tierra que ha pasado de generación en generación y que en nuestros días ha perdido la calidad de los procesos técnicos que utilizaron nuestros antepasados pobladores. Algunos profesionales inquietos por el tema de las casas en tierra y la posibilidad de crear un mundo ambiental en concordancia con la naturaleza, han venido retomando dicha tradición y con la ayuda de laboratorios, técnicas, cálculos, métodos y conocimientos crean y recrean sistemas, los cuales tienen que enfrentar posibles realidades hostiles que pueden ocurrir en el medio natural donde se instalan. Hoy conclusiones de investigaciones da como resultado diferentes formas de construir en tierra basadas en los principios de las técnicas del adobe crudo, la tapia pisada, el bahareque, reforzadas con nuevos criterios y conceptos extraídos de estudios de campo y de laboratorio; estos estudios concluyen de manera que las normas vigentes para construcción convencional con la ejecución en tierra pueden ser acopladas en unos casos y ajustadas en otros para que cumplan los requerimientos mínimos, como también existen normas exclusivas para orientar la construcción únicamente en tierra, sin la utilización de materiales convencionales y que orientan el proceso constructivo de forma tal que no sean vulnerables a los eventos inesperados en la naturaleza; todos estos conocimientos son el resultado de años de investigación y que hoy los podemos aprovechar para colocarlos al servicio de las personas que quieran tener una opción económica.

Este tipo de construcción es sencillo pero es fundamental tener conocimiento de los materiales para saber o determinar cómo podemos obtener los mejores resultados de ellos; por ejemplo: cuál es el máximo aplastamiento que podemos obtener de un bloque de tierra, como lo podemos mejorar y si podemos aumentar sus características resistentes por medio de otros materiales como otras tierras arcillas, arenas cal etc. Este conocimiento lo podemos lograr construyendo un molde en madera o metal de 25 centímetros de ancho por 40 centímetros de largo por 20 centímetros de alto rellenarlo del material de tierra que se va a utilizar, luego sacar la pieza para ponerla a secar en la intemperie pero cubierta, esperar que seque. Podremos ensayar su resistencia colocando una tabla sobre el elemento y sobre ella cargas de prueba como otros bloques ó piedras, cuyo peso sepamos previamente, observando en que carga el elemento comienza a resquebrajarse y agrietarse, tendremos un conocimiento aproximado de su resistencia, que no debe ser inferior a 12 Kilogramos/centímetro cuadrado y que por norma debe instalarce en compañía de elementos reforzantes como madera o concreto simplemente reforzado; también al secarse el elemento de tierra u adobe crudo podemos averiguar que tanto se contrae la tierra en en cuanto a el ancho, en el largo y en el alto; estas contracciones en la tierra se pueden tener en cuenta para la normalización de medidas o la estabilización de los materiales en la creación de nuevos adobes y en el proceso de construcción. Todos estos ensayos que pueden ser necesarios se pueden llevar a cabo de forma más precisa en un laboratorio de suelos, si se tiene uno bien cercano.